Las dos curvas críticas del trabajo remoto
En este IG Live, Pedro Cervera nos contó como se prevé la continuidad de negocios ante la urgencia de una crisis y qué recaudos deben tenerse en materia de seguridad. La serie de IG Live que conduce Silvina Moschini, Miss_Internet, en @transpbusiness forma parte de Cloudworking Academy, el programa global para que líderes reales gestionen equipos virtuales con procesos, métodos y herramientas para el trabajo remoto.
Pedro Cervera es Managing Director y Head of Business Continuity en Ibercaja. Licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza, tiene un DEA en Ingeniería y un MBA por la Universidad de Chicago. Cervera cuenta con una larga carrera en Ibercaja, donde colaboró en las áreas de Inversión, Riesgo de Crédito y Seguros.
¿Cómo estás viviendo esta crisis desde el puesto que te toca?
En Ibercaja llevo adelante la división Continuidad de Negocios, que básicamente se ocupa de la gestión de crisis ante escenarios adversos. Diseñamos unidades críticas que ponemos en marcha según lo requieran distintas situaciones. Uno de los escenarios puede ser una epidemia, que se piensa más en escala local: un ejemplo sería que nuestro personal se intoxique por el sistema público de agua. En el caso de COVID-19, por muchas previsiones que tuviéramos igual el impacto de la pandemia es enorme.
¿Por qué esta pandemia nos agarró tan desprevenida?
Aunque tuvimos epidemias antes, como la gripe porcina, por ejemplo, o el ébola, lo que pasa ahora es que estamos viviendo en un mundo global y no existen las barreras de salud entre los países. Es paradójico que muchos países africanos, que carecen de infraestructura sanitaria, sin embargo tienen mejores prácticas de salud, y toman más precauciones individuales.
¿Y por qué crees que los gobiernos del primer mundo no estaban preparados para este escenario de catástrofe?
A lo mejor queda mal decirlo, pero creo que es sobre todo por soberbia. Es que se invierten billones en el sistema sanitario y se cree que con eso ya está. Pero no están preparados para una situación que los desborda. La continuidad tiene que estar dirigida a escenarios que te van a superar.
¿Qué pasó cuando te diste cuenta que tenías que mandar a todo tu equipo a trabajar desde su casa?
Bueno, nosotros veníamos planificando un escenario de pandemia desde el 30 de enero y, aún así, no se pudo prever el ritmo al que iba a escalar el contagio. Las primeras medidas fueron suspender viajes y traslados. Después, tomamos medidas para lo que llamamos equipos críticos, que son esas áreas sin las cuales no puede haber continuidad de negocio. Pero la pandemia dura más de lo que imaginamos inicialmente, y mandar a teletrabajo a la totalidad del equipo es algo que no habíamos hecho nunca.
¿Cómo organizan los flujos de trabajo?
En este tipo de crisis se habla de dos o tres curvas. Hay una primera curva de adrenalina que genera adhesión y voluntariedad inmediata. Pero, pasada esa curva, cuando ya se instala la distancia y pasan dos semanas del último contacto personal, el equipo empieza a perder productividad. Eso también está previsto.
¿Qué medidas tomaron para garantizar la seguridad de las operaciones?
Hay dos cuestiones. Por un lado, notamos que no todo el mundo tenía un ordenador personal para usar y, aún así, yo no quise que ninguno de los miembros de nuestro equipo accediera al trabajo desde su ordenador. Lo que hicimos fue optar por distribuir masivamente ordenadores, básicamente destinados a conectarse con el puesto del empleado dentro del oficina.
¿Cómo anduvo la Internet en España en esta crisis?
Gracias a Dios, fue muy buena la conexión. Tenemos muy buenas comunicaciones, y tanto telefonía como datos funcionaron bien. No hemos tenido problemas de servicio. Por ahora…
¿Cuántos años crees que nos ayudó a acelerar la transformación digital el COVID-19?
En banca estoy convencido de que fueron tres años. Pero también está la cuestión de la transformación cultural, y para un banco esta se mide en siete años. Si en capacidades tecnológicas ganamos tres años, nos faltarían cuatro de transformación cultural, los que con esta pandemia se redujo a la mitad.
En este IG Live, Pedro Cervera contó su experiencia sobre cómo COVID-19 precipitó los tiempos de la transformación digital, pero también hizo mención a la transformación cultural, que es más difícil de implementar y que se hace evidente en cambios de hábitos que recién van a hacerse notorios en el tiempo, igual que pasó con el correo electrónico en los 90. Cuando Ibercaja tomó la decisión de mandar a todo su equipo a trabajar en casa, también decidió facilitarles ordenadores. Para preservar la seguridad de las operaciones del trabajo de banca, Cervera considera fundamental que los empleados no accedan a su puesto de trabajo desde sus ordenadores personales.